Uno de los elementos más comunes e imprescindibles a la hora de proteger a los empleados de un negocio es sin duda utilizar mamparas de protección que realizan una clara función: hacer de cortafuegos y evitar el contagio de forma directa.
Un elemento tan sencillo como crear una barrera entre interlocutor y dependiente reduce el riesgo de contagio en más de un 90%, teniendo en cuenta que dicho empleado pasa 8 horas al día despachando con clientes (que pueden estar contagiados o no)